lunes, 16 de mayo de 2011

DESCUIDO… otro factor de separación

Por: Dra. veruzka Padilla /
Cuando hablamos  de la separación de una pareja generalmente se asocia a factores claves: maltrato, infidelidad, incompatibilidad… Pues bien, estos no son los únicos casos. Citemos ejemplos:
Lorenzo llega a casa después de una larga jornada de trabajo. Despertó a las cuatro para salir a las cinco y encontrarse con la ya inevitable terrible cola. Dormirá un rato más, si con suerte logra irse sentado en el autobús… Llegará tarde, otra vez, enseguida escuchará de nuevo el reclamo de su supervisor que lo amenazará con que a la próxima falta se va. Apurado intenta ponerse a la par con sus otros compañeros.Pasadas las horas apenas podrá comer y la tarde se hará mucho más larga, para luego salir y pasar por la misma rutina de la mañana, sólo que a esa hora ya no ira fresco sino agotado, sudado y desanimado.

Son muchas las horas de trabajo, sin embargo, Lorenzo se fija que su amigo Juan de vez en cuando revisa su celular porque su esposa le manda un mensaje de texto y al hombre se le regresa la sonrisa al rostro. Si Luisiana se tomara el tiempo para eso (Piensa)…
Regresa a casa. ¿Qué pasará hoy? seguramente para ella también fue un día duro  (Piensa)… Saluda cariñosamente y ella responde con menos entusiasmo. ¡Qué cansancio!!! .Después de un merecido baño, llega la hora de cenar: Cada uno estará por su lado, él en el comedor, su hijo frente a la computadora… Su esposa aun no comerá, de nuevo estará atendiendo la visita, hablando por teléfono o lavando.
Con estos ánimos, de seguro ni sexo habrá esta noche (Piensa)… Y ciertamente eso sucede… "Estoy muy cansada, el niño tiene fiebre, tengo que levantarme temprano, con tantos problemas y tú pensando en eso…" Cada uno por su lado, logran conciliar el sueño para empezar el nuevo día.
Ésta es la historia que vive mi amigo Lorenzo, un hombre muy honesto y trabajador que vivió diez años en un matrimonio donde no hubo maltrato, infidelidad o cosa alguna. Evidentemente hubo descuido, ¿óolo de parte de Luisiana? Quizás. Pero una relación siempre es de a dos.
Si tienes una relación estable en pareja, nunca olvides:
  • Que precisamente son eso: SON PAREJA.
  • Que no basta sentir amor por esa persona, hay que demostrarlo.
  • Que no hay que olvidar los detalles: un saludo afectuoso, compartir un café antes de salir de casa, un abrazo, decirle un "Te extrañé", darle un masaje, dejarle una nota, enviarle un mensaje de texto…
  • Que el espacio es de dos aunque la casa esté llena. Diez minutos bastarán para compartir una conversación entre los dos.
  • Que deben darse una escapadita de vez en cuando.
  • Que no deben olvidar ni dejar el sexo.
Juan, un compañero de Lorenzo, ya lleva casi quince años de casado con Bernabeth, ellos han enfrentado muchos problemas graves pero lo han hecho con voluntad y deseo de luchar por su vida juntos. Han peleado, perdonado, caído y vuelto a parar, pero hoy por hoy tienen una familia muy bonita y unos hijos adolescentes que han sabido guiar.
Los dos trabajan, Bernabeth es profesional. Juan nunca pudo terminar sus estudios. Uno sale siempre primero que el otro, pero se dan el tiempo de compartir ese primer café y si les da el tiempo hasta de desayunar en familia. Para los dos la jornada de trabajo es muy dura y muchas veces al llegar del trabajo no encuentran la paz que quisieran tener pues con hijos adolescentes uno no sabe si encontrará la casa en pie. Como mínimo habrán envenenado al perro o jugado futbol con él… Los regaños nunca faltarán y las reglas rotas son inevitables. Esto pone de mal humor a cualquiera. Pero ellos muy sabiamente han hecho de esto una oportunidad de estar juntos. ¿Cómo? Si Bernabeth llega primero y encuentra el apartamento vuelto un desastre deja su bolso y maletín en el sofá, da órdenes de que todo lo quiere en su lugar y le da instrucciones y si no están, los llama… Y se pone de acuerdo con su marido para encontrarse en el centro comercial, se sientan, se toman un café y se ponen se cuentan su día. Así, en medio del día estresante, la casa desordenada y el poco tiempo, ellos se dan su espacio. Si llegan juntos y sucede lo mismo, dan las mismas órdenes, se meten en su cuarto, se bañan, hablan y después entre todos preparan la cena y comparten en familia. Y seguramente, con este ambiente menos estresante y dramático tendrán buen sexo (eso nos lo contaron).
Estos dos ejemplos de vida nos enseñan cuál sería el camino correcto de tomar cuando vivimos en pareja. Por supuesto, cada quien impondrá su propio ritmo, normas y exigencias pero sin dejar a un lado la importancia de no convertirnos a través de los años en los padres de…o simplemente en dos personas que viven bajo el mismo techo. Nunca se olviden de reencontrarse y descubrirse, de recordar porqué se enamoraron y porqué se amaron, para seguir haciéndolo y encontrar en cada día una razón nueva para seguir juntos.