Al nacer, parece que nuestra vida debería llevar un orden perfecto y que si se alterara uno de esos eslabones los seres humanos nos sentiríamos frustrados por no poder conseguir la plenitud de lo que debería ser ese orden cronológico. Nacemos, crecemos, estudiamos, nos casamos, nos reproducimos, criamos, vemos nacer a los nietos y morimos… Pero, ¿qué pasa si nuestra vida se queda frustrada en el eslabón de embarazarnos???
Norbelis y su esposo ya tienen casi diez años de casados; en ese lapso de tiempo, ella ha visto a todas sus hermanas formar sus hogares y llegar con la noticia de "ESTOY EMBARAZADA". Ellos una vez más ven con recelo y tristeza que nunca darán esa noticia. Han ido a médicos, hecho los análisis correspondientes y nada que logran la llegada tan ansiada de un hijo. Norbelis por muchos meses vivió grandes depresiones y los días de su menstruación no lograba ni levantarse de la cama sumida en la tristeza y la decepción. Resignados, desistieron del gran sueño de ser padres, pues en su ideología de vida la adopción no es alternativa.
En visita a su casa, se puede ver un orden perfecto en todo, han asumido su soledad consolándose comprando grandes equipos tecnológicos y desbordando su cariño hacia su mascota.
Ya nadie pregunta: ¿para cuándo piensan hacer el encarguito?, ya no se escuchan los comentarios en las reuniones familiares… "Cuando ustedes tengan los suyos". Las preguntas que antes eran hirientes ahora causan más dolor cuando se evade el tema del embarazo en su presencia.
Hace dos días Norbelis fue ingresada en piso psiquiátrico bajo tratamiento. ¿Por qué? Su esposo le dio la noticia de que se iría de casa porque tendría un bebe con la que ella pensaba era sólo una compañera de trabajo. Entró en un nivel de depresión tan grave que después de mucho llorar, buscar culpables y sentirse inútil, cayó en estado de shock y aún no logra reaccionar.
Los hijos tienden a estabilizar el hogar y son la muestra del fruto del amor de una pareja. En la mujer, tener hijos se considera haber cumplido con la fase más importante de sus vidas y si no se cumple con este eslabón, la frustración es inevitable, pues desde que nacemos llevamos en nosotras la necesidad materna; sólo en casos aislados las féminas no desarrollan esta necesidad.
Alexander y Victoria llevan tres años de relación, que entre sus altas y bajas se podría llamar como estable. Alexander tiene dos hijos y han logrado reconstruir una bella familia; sin embargo, Victoria aín no ha podido concebir y esto la ha llevado a un estado depresivo que vive en constante tormento cada vez que se han propuesto tener un hijo.
Alexander, buen compañero, estable, responsable y amigo parece no ver de la misma forma que su pareja la necesidad biológica, emocional y espiritual de cumplir esta fase de vida, pues él ya tiene dos. Lo que para ella es tan importante, la otra parte lo ve con menos relevancia, con las excusas constantes: "No es el momento", "Económicamente no estamos estables", "Esperemos mejor un tiempito más", "Ahora sería agregarnos otro PROBLEMA a los que ya tenemos"...
En silencio, sufre y llora porque es doloroso escuchar en medio de una discusión de pareja “ellos son mis hijos”, o ver que el tiempo pasa y su reloj biológico se agota y la alternativa de adoptar requiere de una decisión de dos y Alexander ve con recelo esta idea. Los intentos con ayuda médica se han visto frustrados y los días pasan, se convierten en semanas, meses y seguramente llegaran a años.
¿Su temor? Desbordar todo su amor a unos “hijos” que al quebrantarse la relación simplemente serán aislados. La soledad y la frustración.
LA IMPORTANCIA DE LOS HIJOS:
- Brindan una mayor estabilidad, pues son un gran motivo para mantener unida a una pareja
- Ofrecen un interés mutuo para los cónyuges
- A pesar de que cada miembro de la pareja tenga sus obligaciones laborales, ambos se preocupan por el bienestar de sus hijos.
- Tienen un terreno común donde se encuentran sus intereses y afectos.
¿QUÉ HACER SI NO LOGRAN EMBARAZARSE?
· Apoyarse mutuamente en el proceso
· Respetar los sentimientos de duelo y depresión
· Asistir juntos al médico
· Buscar otras alternativas de ser padres (inseminación, alquiler de vientre, adopción )
· Ser fieles y mantener la relación.